Olimpistas por el Mundo....



Carlos Mártinez, sevillano, medio granadino, y además alpinista de los buenos, es el médico de la Expedición BBVA-Carlos Soria Annapurna 2012. Su misión, lógicamente, es mantenernos a todos enteros, tosiendo lo menos posible y aguantando nuestras quejas sobre gargantas, rodillas y estómagos con diarrea. Yo le observo de vez en cuándo, y admiro no sólo lo simple de su trabajo, como su paciencia para aguantar las protestas de todos cada vez que nos saca sangre -o su constancia para darnos nuestra aspirina diaria sin que se le olvide nunca-, sino también lo serio: que sea capaz de estar aquí con todos los riesgos que para él supone.
Porque ser médico en una expedición al Himalaya tiene lo suyo. A estas alturas todo el mundo sabe que Carlos Soria, a sus 73 años, es ejemplo de prudencia, y nunca le han tenido que rescatar de ninguna montaña. Pero hay alpinistas -he visto ya varios este año en el Annapurna- a los que les vendría bien leerse la biografía del montañero abulense. Gente que viaja sin material adecuado, o que reparte miles de dólares para convencer a algún pobre sherpa de que se juegue la vida en un escenario de mal tiempo y lleno de peligro por la nieve y por el hielo.
Y yo me pregunto: pero, ¿quién se comería el 'marrón' si a alguno de estos imprudentes le sucede algo? ¿Quién tendría que hacerse cargo de congelaciones o cosas peores? Ojalá no, pero me asusta pensar que haya algún accidente que se pudiera haber evitado, simplemente a base de sentido común. Es duro ser médico en el Himalaya: por más que hagas las cosas bien, estás a expensas de lo que suceda. Mi homenaje a Carlos Martínez, sevillano, medio granadino, y ademas alpinista de los buenos. Ojalá no tenga que hablar de él en los próximos dos meses.

Entrevista para www.marca.com

Os dejamos una foto de Carlos Martinez con la bufanda de Olimpic de Triana  en el Annapurna