Empate... que sabe a poco....

Se volvió a vivir un eufórico encuentro en Moriles donde un choque espectacular hizo tensionar en todo momento el partido. El comienzo fue del conjunto local, manteniendo la posesión y el toque ante un paciente Triana, esta posesión se hizo notable en el asedio a la porteria visitante. Su meta, respondió a la perfección repeliendo las oportunidades. A pesar de los primeros instantes de dominio morilense, los visitantes serían los que abrerían la lata. Una falta escorada a la banda izquierda, es lanzada rasa por el jugador hispalense, J.Carlos, único hombre de barrera abrio las piernas lo justo para que el balón pasara y despistara a Emilio, llegando el 0-1.

El equipo morilense seguía intentándolo y aumentando la grandeza del meta sevillano que seguía infranqueable, esa ceguedad en abrir su marcador, provocó pequeños despiste defensivos que fueron las únicas ocasiones del Olimpic de Triana, pero Emilio no se quedó corto en repertorio y mantuvo su puerta sin encajar ningún tanto hasta el descanso. La insistencia morilense tuvo frutos de manera muy parecida al gol trianero, falta escorada que se la pide Juan Diego, el tremendo obús del malagueño pasa por el lado de la barrera y hace el empate en el partido.

El conjunto hispalense tuvo una pequeña brecha defensiva  que provocó que por propio peso el Bar Pirulo se pusiera por delante, disparo desde la banda que vuelve a despejar el meta visitante, el balón queda muerto en el corazón del área y en un rápido acto Manuel Llamas, "Galindo", actúa de rematador y engancha el balón de nadie y lo manda al fondo de las mallas poniendo por delante a su equipo (2-1). El equipo local pudo irse con más ventaja al descanso, ya que la acumulación de faltas del Olimpic supuso un lanzamiento desde los diez metros, sin embargo, una vez más, el meta trianero despejó a córner el doble penalti lanzado por Juan Diego. Así se llegó al descanso con el 2-1.

El descanso le vino mejor a los sevillanos, que nada más empezar empataron el encuentro, pérdida en el campo morilense y el pase en profundidad al segundo palo lo manda a las redes el jugador visitante haciendo el 2-2. El partido empezaba a variar su perspectiva, el Bar Pirulo cada vez iba a menos mientras que el Olimpic tras el gol empezó a venirse arriba. Entonces parecía llegar un claro punto de inflexión, saque en largo del meta visitante, al balón llegan su compañero y el meta Emilio en la salida. El meta morilense al entrar con el pie y el jugador trianero con un sutil toque deja el balón raso hacia puerta, Emilio toca el esférico fuera'el área y es expulsado con roja direta. Con uno menos el equipo morilense, aguantó los dos minutos en inferioridad numérica sin encajar ningún gol. Mario, que salió al ser expulsado Emilio, estuvo al nivel similar que ofrecía a principios de temporada y realizo grandes intervenciones que ayudaron a su equipo. Una vez con igualdad de jugadores en pista, el Bar Pirulo dejó a un lado la timidez con la que había empezado en segundo tiemp y subió su presión, pero las numerosas ocasiones del conjunto visitante se estrellaban en la conglomerada defensa trianera y en su guardameta, infranqueable hasta que de nuevo Manuel Llamas, desde los diez metros realiza un disparo a toda la escuadra y pone por delante a los suyos con el tercer tanto morilense. 
 
El Olimpic sale pronto del susto, con varias ocasiones de contrataque donde el meta galguero evitó el empate. Pero en un córner, el disparo lejano del jugador sevillano,rebota en el pie de J.Carlos y desvia la trayectoria inicial del esférico que termina en el fondo de las redes de la portería galguera subiendo al marcador el empate a tres. Hasta el pitido final, cada equipo intentó llevarse los tres puntos, los hombres de Farina no estuvieron finos en sus disparos, la mayoría muy centrados y al cuerpo del portero, mientras que los visitantes, tuvieron su mejor arma en las contras, debido a su mejor condición física. Mario salvó dos claros remates de segundo palo mientras que Manolo Llamas evitó con la testa el tanto sevillano tras el disparo con el meta local batido, ni siquiera los dos lanzamientos de doble penalti que tuvieron los visitantes alteró el marcador. La jugada que alteró el encuentro a poco del final fue cuando un jugador visitante, fruto de un choque que aparentemente no parece tanto y que crea una clara contra en superioridad morilense, queda tendido, tras echar el esférico fuera, varios jugadores protestaron la acción ya que en la ida, tras un choque entre Miguel de Vicente y un jugador morilense, éste continuó la jugada ya que quién debe de parar el encuentro son los colegiados.

Finalmente el encuentro se saldó con un empate a tres tantos, que sigue sin dar el auge suficiente a los morilenses, que se podían haber aprovechado de la derrotao de los dos primeros clasificados.